El estigma de peso es una cruz que acompaña a las personas con cuerpos no normativos en prácticamente cualquier situación de la vida cotidiana.
En el ambiente laboral, en una consulta médica, en una reunión social con amigos o comprando víveres en el super mercado, el estigma del peso está presente, siendo este más perceptible por las personas con un físico que no se ajusta al estándar de belleza socialmente establecido.
Como afirman muchos expertos, no solo se trata de una cuestión de salud, sino que, además, constituye un grave problema que genera consecuencias negativas en la vida personal y profesional de quienes lo sufren.
Por ello, dicho estigma también ha sido catalogado como un problema concerniente a los derechos humanos y sociales.
Pero, ¿qué es el estigma del peso y por qué constituye una violación a los derechos humanos de personas con cuerpos diversos?
En este artículo respondemos a esta y otras interrogantes sobre este grave problema, tristemente, generalizado.
¿Qué es el estigma de peso?
El estigma del peso reúne todos esos mitos, creencias e inferencias que hacemos sobre las personas con cuerpos no normativos. Prejuicios cuya existencia han sido demostrados científicamente en diversos estudios e investigaciones realizadas en diferentes contextos.
Lo que nos demuestra que se trata de una problemática transversal que afecta negativamente la vida personal, profesional y social de las personas gordas.
Como cualquier estereotipo, el estigma del peso perpetúa todos los mitos acerca de las cualidades o características que se les atribuyen a las personas con cuerpos diversos. Los estudios aseguran que, la generalidad de percepciones relaciona el peso con características como flojo, incompetentes, indisciplinados, descuidados entre cualidades negativas.
Es por ello que, teniendo las mismas capacidades y/o habilidades de otros candidatos laborales, tienen menos probabilidades de conseguir el trabajo en una entrevista. Y así ocurre igualmente en numerosos contextos en los que estas personas se ven inmersos.
Pero de esto quiero hablarte a continuación:
¿Cuáles son las consecuencias del estigma del peso para quienes lo sufren?
Imagina que con solo mirar tu cuerpo las personas asuman de ti determinadas cualidades o características. Esto nos suele pasar a todos, pues nadie escapa de los estereotipos en cuanto a la imagen.
No obstante, las inferencias sobre las personas con cuerpos no normativos, suelen ser las más negativas.
Veamos como esto afecta la vida personal, profesional y social de quienes lo experimentan.
En el trabajo
Como mencionábamos anteriormente, existen investigaciones que aseguran la presencia de estos mitos y creencias relacionados con el peso en los contextos laborales.
Dichos estereotipos influyen en las decisiones del personal de Recursos Humanos, o bien, de los directivos, al momento de elegir un candidato para un puesto de trabajo, un ascenso o una posición de responsabilidad.
Los gordos, con independencia de su calidad profesional, son estigmatizadas como personas indisciplinadas, vagas y desordenadas. Afectando así su trayectoria laboral de múltiples maneras.
En el colegio
Los niños con cuerpos diversos también sufren el estigma de peso, tanto por parte de sus compañeros, como del personal docente.
Las situaciones de acoso en edades tempranas pueden acarrear numerosas consecuencias negativas que afectarán la vida de estas personas en diversos ámbitos.
En las instituciones médicas
De esto hemos hablado muchas veces en el blog. Son miles las personas que han sido víctimas de este problema por parte del personal médico en una consulta que nada tiene que ver con el peso.
Si quieres ahondar en profundidad en este aspecto te recomiendo leer el artículo sobre Gordofobia en el entorno médico.
Y así sucesivamente estaríamos listando todos los contextos en los que el estigma del peso está presente para recordarle a las personas gordas que son menos válidas por tener un cuerpo que no se ajusta al ideal de belleza socialmente aceptado.
Todas las situaciones mencionadas constituyen violaciones a los derechos humanos y sociales de las personas afectadas, pues no solo acarrean consecuencias en su vida personal y laboral, sino que también pueden derivar en problemas psico-emocionales y trastornos alimenticios.
¿Cómo superar el estigma del peso?
El estigma del peso es un problema generalizado que parte de esa perpetuación de los cánones de belleza o cuerpos considerados ‘normales’ que hacemos todos como sociedad.
Por ello, el primer paso para la normalización de que existen cuerpos diversos, y de que estos también son bonitos y saludables, comienza en el reconocimiento del problema.
Esconder la gordofobia en expresiones como ‘me preocupo por tu salud’ cuando ni siquiera sabes el historial médico de la persona a la que estás juzgando por su peso, solo es perpetuar el estigma y las creencias asociadas a este.
Por ello, te invito a aportar tu granito de arena al movimiento Body Positive, mediante las siguientes buenas prácticas.
- Conoce y sigue a los activistas más populares de este movimiento para que descubras sus principales consejos y como ponerlos en práctica.
- Evita a hacer comentarios respecto al peso de otra persona, ya sea de manera positiva o negativa. Comencemos a desmitificar las creencias en relación al cuerpo que nos hacen inferir características erróneas de una persona con solo este dato en mente.
- Haz una revisión autocrítica de tus percepciones acerca de tu propio cuerpo y analiza cómo afecta la relación que tienes con el mismo. Es el primer paso para la aceptación corporal.
- Empatiza con las historias y experiencias de otras personas.
- Denuncia las situaciones de gordofobia en cualquier contexto.
- Visibiliza desde tus espacios de comunicación, ya sea virtual o físico, la diversidad de cuerpos existentes
Si te ha gustado el artículo no olvides compartirlo en tus redes sociales para darle mayor visibilidad a este grave problema.