¿Qué es el privilegio de la delgadez y su impacto en la gordofobia?

No encontrar ropa de tu talla, que un médico asegure que la cura de tu dolencia radica únicamente en bajar de peso o batallar por sentarte cómodamente en los asientos del avión o del bus, son situaciones y sensaciones que las personas con cuerpos normativos no han experimentado. 

Y esto es lo que los expertos han denominado privilegio de la delgadez.

Privilegio que muchos disfrutan sin ser plenamente conscientes de ello, juzgando y/o anulando historias y experiencias de personas con cuerpos diversos. Hecho que fomenta la gordofobia en diferentes niveles. 

Pero, para comprender la complejidad de estos conceptos y su manifestación en situaciones cotidianas, es preciso analizarlos en profundidad. 

Por ello, te invitamos a leer este artículo hasta el final para que conozcas qué es el privilegio de la delgadez y su impacto en la gordofobia.

¿Qué es el privilegio de la delgadez?

Tristemente, las inferencias que hacemos de las personas parten de una primera impresión en la que las dimensiones del cuerpo constituyen un elemento esencial. 

De esta forma, asumimos que una persona delgada se preocupa por su aspecto, se cuida, es disciplinada y, por tanto, tiene mayores probabilidades de ser exitosa, en su vida personal y profesional.

Todo lo Privilegios de la delgadez. 

contrario a lo que se infiere de una persona gorda o con un cuerpo alejado de los estándares de belleza socialmente establecidos. Sin dudas, una manifestación de gordofobia, la discriminación, infravaloración y/u odio a las personas gordas. 

Además, las personas delgadas no tienen que enfrentar situaciones de acoso, discriminación y odio a las que son sometidas aquellas con cuerpos no normativos, prácticamente a diario. 

Disfrutas del privilegio de la delgadez si no te afecta que: 

  • Los medios de comunicación te bombardeen con un ideal de belleza en el que no están representados todos los cuerpos. 
  • El médico o personal de salud no asocia tus malestares con el peso, aunque no existan evidencias reales de su relación.
  • Dispones muchísimas opciones para ti en las tiendas de ropa y las visitas sin preocuparte por si encontrarás algo de tu talla. 
  • No tienes que batallar con los asientos de restaurantes, autobuses, aviones, e incluso de algunos hospitales, diseñados para cuerpos delgados. 
  • No sientes las miradas en la playa que te juzgan por ‘cometer el delito de lucir un bikini con ese cuerpo’.

Y así seguiría listando un sinfín de situaciones cotidianas en las que las personas delgadas jamás se verán involucradas como parte afectada. 

Esto es lo que se conoce como privilegio de la delgadez. 

Y no, no me malinterpretes. Muchas personas delgadas también sufren acoso por su físico, con el que pueden no sentirse a gusto en ciertos momentos. 

Al final del cuento todos somos juzgados por nuestro físico de una forma u otra, ya que la sociedad nos mide con la misma vara en cuanto a estándares de belleza se refiere. 

Pero la diferencia entre estas dos situaciones es que la gordofobia estás socialmente instaurada e institucionalizada, mientras que estas experiencias negativas sufridas por las personas delgadas no son el estándar. 

No constituyen un problema social generalizado. 

Y aunque cada vez son más evidentes también estas formas de discriminación al cuerpo, recordemos que, aun así, estas personas siguen gozando del privilegio de la delgadez. 

¿Cuál es el impacto del privilegio de la delgadez en la gordofobia? 

Desde principios del pasado año he visto como algunas influencers y famosas de Instagram mostraban las ‘fallas’ de su cuerpo en videos cortos o lives. 

Una pequeñísima muestra de celulitis al apretar con fuerza el muslo, un michelín prácticamente invisible al pellizcar el vientre o algunas insignificantes líneas en las nalgas fueron algunas de las ‘imperfecciones’ que estas mujeres mostraron. 

Y todo ello como parte de una supuesta campaña Body Positive en la que el objetivo era demostrar que, incluso ellas, alabadas por todos por sus cuerpos perfectos, ‘tienen de qué avergonzarse’. 

Esto no es más un acto de condescendencia y apropiación de conceptos o filosofías que no son aplicables a cuerpos socialmente aceptados. Precisamente lo que hacen es reforzar el imaginario colectivo y profundizar en las desigualdades existentes en cuanto a los diferentes tipos de cuerpo. 

Si, resaltar la diversidad forma parte del Body Positive. Pero debemos hacerlo de una forma responsable y con pleno conocimiento de todas las experiencias y situaciones por las que pasan las personas con físicos distintos al que imponen los ideales de belleza. 

Por eso, igualar el rechazo que sientes por estas ‘imperfecciones’ a las sensaciones de acoso y discriminación sufridas por las personas gordas, minimiza, e incluso inivisibiliza, este grave problema. 

¿Cómo superar el privilegio de la delgadez y sumar al movimiento Body Positive? 

Muchas de las personas que disfrutan de estos privilegios no son conscientes de ello y, por tanto, con acciones como las descritas anteriormente creen que están aportando algo positivo al movimiento. 

Cuando la realidad es otra. 

Por ello, el primer paso es ser consciente de la existencia de estos privilegios, y por supuesto, de la existencia de la gordofobia. De esta forma, es posible asumir una postura auto-crítica y constructiva. 

Entonces, ¿qué podemos hacer para sumar a la Positividad Corporal, a pesar de los privilegios que disfrutamos por ser delgados? 

  • Desafía las creencias sobre el cuerpo. Pon en duda y cuestiona esos patrones de comportamiento y atribuciones al carácter o la personalidad que asumimos de una persona con solo mirar su físico. 
  • Evita hacer comentarios con respecto al cuerpo de otra persona. Recuerda que esto no define su estado emocional ni debe suponer un reto o fracaso en la vida personal de nadie. 
  • Empatiza con las experiencias, comprende su sentir y comparte estas emociones con los demás. Mientras nos comunicamos y socializamos estas situaciones, más fácil será su normalización. 
  • Denuncia las situaciones de gordofobia en cualquier contexto. 
  • Exige representatividad corporal de las marcas que sigues o las instituciones sociales que más te interesan. 

Estas son algunas de las buenas prácticas que puedes poner en marcha para aportar tu granito de arena al Body Positive. 

Conclusión

El privilegio de la delgadez es innegable si comparamos las experiencias y situaciones cotidianas a las que se enfrentan los delgados y aquellas que viven las personas gordas. 

Pero, como queda demostrado en este artículo, ello no representa un obstáculo para que todas las personas, independientemente del tamaño de su cuerpo aporten a la causa de la positividad corporal. 

¡Contamos contigo para esta tarea!

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De esta forma, nos ayudas a crecer con el objetivo de normalizar el amor y la aceptación para todos los cuerpos. 

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